EL JUZGAR A LOS DEMÁS
Contexto histórico,
Jua.7.1. Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. 2. Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;
En las fechas de las fiestas de los Tabernáculos
Jua.7.37. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Jua.38. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Al siguiente del día que terminó la fiesta de los Tabernáculos es cuando Jesús regresa al templo, enseñando a la multitud
Jua.7.53. Cada uno se fue a su casa;
Jua.8.1. y Jesús se fue al monte de los Olivos. 2. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Personajes:
Escribas y Fariseos traen a la mujer
Jua.8.3. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4. le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
La Biblia no narra cuando fue sorprendida en adulterio y como se convierte en el centro de atención delante de Jesús y la multitud.
Al ver el juicio que los escribas y fariseos vemos que es correcto parcialmente
1.- Parcial porque falta en hombre que también fue sorprendido en adulterio
Lev.20.10. Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
2.- Parcial porque era una trampa que querían poner a Jesús.
También es parcial el juicio ya que la mujer no era el objetivo principal sino hacer daño a Jesús, sino que va malintencionado
Jua.8.6. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
De acuerdo a la Ley de Moisés se le encontró en el lecho conyugal por lo que no tiene defensa
En principio el la Ley no dice que se le debe apedrear, solo que sean muertos
Deu.22.22. Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.
Lev.20.10. Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Aplicación:
Muchas veces los juicios que hacemos son parciales y pueden llegar a ser no del todo correctos
Como costumbre una vez que eran presentados al Sanedrín y
una vez emitido el juicio los primeros que ponían las manos sobre el acusado eran los acusadores.
En el pasaje se menciona que estaba escribiendo, en la Biblia no menciona que escrbía.
Jua.8.6. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
Jua.8.8. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Los Escribas y Fariseos al tener la intención de tentarlo
Jua.8.4. le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Se dirigen a él como Maestro y lo que él indicara se ejecutaría.
Las posibilidades eran:
- Indicar que no le hicieran nada
Si decidiera que no la mataran iría en contra de la Ley
- Indicar que la mataran
Si decidiera que la mataran iría en contra del gobierno quien era quien podía ejecutar los Juicios.
En la respuesta que da Jesús pone en su lugar que cada uno es quien toma la decisión
Jua.8.7. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 9. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Cada uno de ellos se dan cuenta que son pecadores y que no cumplen con la Ley de Moisés
El resultado:
Jua.8.9. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Jua.8.11. Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Jesús no la condena y le pide no pecar más
Cada situación tiene una causa,
Cuando no logramos entender la causa entonces nuestros juicios van a ser incorrectos o parciales
Jesús entendía la causa por la que ha sido traída la mujer ante él, sabe que no es un juicio condenatorio sino para tentarle.
Sin embargo no significa que no haya pecado.
Juicio es externar una opinión, ésta no va a ser totalmente clara o correcta, ya que nunca entendemos las situaciones del hecho que juzgamos.
- Juzgar a las personas es muy fácil, se hace muchas veces si conocerlas, juzgamos el hecho , personas a simple vista,
- También somos dados a tener la piedra lista para tirarla.
- No siempre estamos dispuestos a ser objetivos e imparciales
El juicio que se hizo es verdadero pero imparcial
Cuando decimos que “no tenemos pelos en la lengua” lo que damos a entender" es que lo que decimos es totalmente cierto, corremos el riesgo de no ser objetivos.
No tenemos la posibilidad de hacer un juicio 100% cierto,
Nos juzgan y juzgamos constantemente, incluso muchas veces sin darnos cuenta del daño que hacemos. Lo peor de todo es que pasamos tanto tiempo juzgando a los demás, que muchas veces no invertimos el tiempo necesario en mirarnos a nosotros mismos y reconocer nuestras propias limitaciones.
Ya que juzgar a los demás de manera equivocada puede hacer daño, aquí unos consejos de cómo no juzgar a los demás.
1. Piensa antes de actuar
Muchas veces nos dejamos llevar por lo que nos dicen las apariencias externas y otras veces nos dejamos llevar por suposiciones o prejuicios. Es importante parar y analizar bien la situación. Si vamos a juzgar a alguien, que sea con todas las pruebas.
2. Practica el ejemplo de Cristo
No juzgar a los demás ni a uno mismo. Está demostrado que adoptar una actitud de compasión y de “no juzgar, afecta de manera positiva al bienestar de la persona que practica esta filosofía.
Mat.7.12. Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
3. Nadie es perfecto
Intenta ser más tolerante con los demás. No necesitas aprobar algo que alguien ha hecho. Todo el mundo se equivoca, no es bueno juzgar a los demás porque pienses que tú lo harías de otra manera.
Rom.2.1. Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
4. No somos iguales
No todo el mundo es igual. Cada persona es diferente y merece respeto, la cultura, la familia, los amigos, la educación que recibimos, todos tenemos una historia diferente que contar. Solo porque a ti no te guste algo no significa que esté mal.
5. Mírate a ti mismo
En lugar de juzgar y criticar a los demás, pasa más tiempo observándote a ti mismo, te darás cuenta de que tú tampoco eres perfecto. Si entiendes que todos nos equivocamos, es posible que seas más tolerante con los demás.
Mat.7.3. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4. ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5. ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano..
6. Siéntete bien contigo mismo
Comos un conjunto de virtudes y defectos, al aceptarlas, no solamente desarrollas una mayor compasión hacia ti mismo sino también en general hacia los demás. Las personas que son felices no necesitan atacar a las demás.
San.5.19. Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, 20. sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
7. Ábrete a los demás
Mostrar una actitud positiva hacia los demás facilita mucho la comunicación. Además, seguro que conocerás personas interesantes si eres tolerante y tienes amplitud de lo que se presenta delante de ti.
Gál.6.1. Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
8. Las apariencias engañan
Pensar mal u opinar sobre alguien, tanto para bien como para mal, sin saber absolutamente nada de él, sin conocerle, sin darle una sola oportunidad, está mal. Hay que tomarse un tiempo para conocer bien a las personas antes de emitir juicios sobre ellas. atrás de lo que ves hay muchas causas posibles que ayudan a entender.
Jua.7.24. No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio. ¿Es éste el Cristo?
9. Recuerda que juzgar puede hacer daño
A nadie le gusta que lo juzguen de manera incorrecta. Si no te gusta que te lo hagan a ti, no se lo hagas a los demás. No hagas a los demás lo que no quieras que hagan contigo. Es la regla de oro y todos deberíamos respetarla.
1Co.5.12. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13. Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
1Co.6.1. ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2. ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3. ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4. Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5. Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos,
10. No siempre tienes la razón
Al juzgar a los demás, aunque creas que posees la verdad absoluta, eso no es cierto. Las cosas suceden por muchas causas y muchas veces no sabes ni la mitad de la historia.
“No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá” (Mateo 7: 1-2).